Son más de 350 los elefantes que han muerto de manera masiva en el norte de Botswana. Aún no se ha encontrado la causa.
A inicios de Mayo, en Okavango Delta, se reportaron las primeras muertes con un total de 167 individuos muertos al final del mes. Para mediados de junio el número pasó a más del doble.
Fuentes anónimas locales dicen que un 70% de las muertes ocurrieron alrededor de pozos de agua.
Según el Dr. Niall McCann, director de conservación de la Organización Benéfica con sede en el Reino Unido, National Park Rescue, el nivel de estas muertes masivas no se han visto antes.
El Director del Departamento de Fauna Silvestre y Parques Nacionales de Botswana, el Dr. Cyril Taolo, dijo a The Guardian que están al tanto de las 350 muertes, y que se encuentran realizando las confirmación de estas.
También dijo que habían tenido retraso en el envío de las muestras por la situación que se vive con el Covid-19 y que se encuentran esperando el resultado de las mismas en las próximas semanas.
No se mencionan nombres de los laboratorios que estarían realizando las pruebas.
McCann dijo: “Cuando tenemos una muerte masiva de elefantes tan cerca de donde habitan humanos, en un tiempo donde las enfermedades de la fauna silvestre están en primer plano en la mente de todos, parece extraordinario que el gobierno no haya enviado muestras a un laboratorio de buena reputación…”
Algunos testigos locales han reportado que algunos de los elefantes fueron vistos caminando en círculos, indicando discapacidad mental.
No existen reportes de muertes en los países cercanos.