Una investigación del diario británico The Guardian reveló que cientos de miles de toneladas de plástico estadounidense están siendo transportados cada año a países en desarrollo de todo el mundo con reglamentaciones deficientes del proceso sucio y trabajoso de reciclar. Según el reportaje, Ecuador se encuentra entre estos países.
Un equipo de periodistas del medio británico en once países reunió la siguiente información:
- El año pasado, se exportaron desde EE.UU. 68.000 contenedores de reciclado de plástico estadounidense a países en desarrollo que tratan de manera deficiente más del 70 % de sus propios desechos plásticos.
- Los nuevos centros dedicados a reciclar plástico estadounidense son algunos de los países más pobres del mundo, entre ellos Bangladesh, Laos, Etiopía y Senegal, que ofrecen mano de obra barata y regulación ambiental limitada.
- En algunos lugares como Turquía, el aumento de las remesas de desechos extranjeros está desbaratando los esfuerzos para tratar los plásticos generados localmente.
- Como estos países están sobrepasados en su capacidad, miles de toneladas de desechos plásticos quedan tirados en los EE.UU.
Estados Unidos fue una de las naciones que no firmaron el mes pasado un tratado que da a las naciones el poder de prohibir la importación de basura plásticacontaminada o difícil de reciclar. “La gente no sabe lo que ocurre con sus residuos”, dijo Andrew Spicer, profesor de responsabilidad social empresaria en la Universidad de Carolina del Sur y miembro de la junta asesora de reciclaje de su estado. “Cree que está salvando al mundo. Pero el negocio internacional del reciclaje lo ve como una manera de ganar dinero. No hay regulaciones mundiales, solo un gran mercado sucio que permite que algunas compañías se aprovechen de un mundo sin normas”.
Del 9 % de plástico estadounidense que -según la Agencia de Protección Ambiental- se recicló en 2015, China y Hong Kong trataron más de la mitad: alrededor de 1,6 toneladas anuales de reciclado de plástico. Desarrollaron una enorme industria para recolectar y reutilizar los plásticos más valiosos con el fin de elaborar productos que pudieran volver a venderse al mundo occidental.
Pero gran parte de lo que EE.UU. envió estaba contaminado con comida o suciedad o no era reciclable y tenía que ser enviado a un relleno sanitario en China. Por la creciente preocupación ambiental y sanitaria, China les cerró sus puertas a todos los plásticos salvo los más limpios a fines de 2017.
Desde la prohibición de China, los desechos plásticos de los EE.UU. se han convertido en una papa caliente mundial que pasa de país en país. El análisis que realizó The Guardian de los registros de transporte marítimo y los datos de exportación de la Oficina del Censo de los EE.UU. revela que EE.UU. todavía envía más de 1 millón de toneladas anuales de sus desechos plásticos al exterior, gran parte de ellos a lugares que ya están prácticamente ahogándose en ellos.
Mientras que otros países como Vietnam, Malasia y Tailandia también prohíben las importaciones, los registros muestran que los desechos plásticos se distribuyen entre una serie de nuevos países. Las remesas comenzaron a llegar a Camboya, Laos, Ghana, Etiopía, Kenia y Senegal, que antes prácticamente no habían recibido plástico estadounidense.
Ecuador es el único país latinoamericano que se encuentra en la lista elaborada por The Guardian. No obstante no se aporta con mayores datos del país andino en la investigación que realizó el medio británico. (I)
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